Esta es otra leyenda que les dejo aquí para que la puedan leer acerca de la Piedra Móvil
Se dice, que al lugar donde ahora se encuentran las dos grandes peñas, (una de ellas cuyo peso se estima en al menos 20 toneladas), acudió una pareja (varón y mujer) que se cree pudieron ser dos hermanos, o padre e hija, aunque lo más conocido es que se trataron de dos compadres que les eran infieles a sus parejas.
Según cuenta la leyenda, este par en un recorrido católico se quedaron atrás y cuando regresaron a buscarlos sólo encontraron estas piedras, pues un poder sobrenatural los petrificó como castigo por el acto prohibido.
A simple vista, las rocas parecen del mismo material y se encuentran a muy pocos metros de distancia una de la otra. Se dice que la de menor tamaño es el varón, mientras que la mujer en una enorme piedra que pese a su gran magnitud, podía moverse con un solo dedo. Curiosamente en varios intentos por removerla del sitio con la ayuda de maquinaria especial, quienes lo intentaron no lograron hacerla cambiar de su sitio ni un centímetro, dicen las voces populares.
"La que se mueve es una, la que se cree es la mujer, primero se movía con un dedo, hoy hay que impulsarse para hacerlo porque creo que la gente misma le ha quitado el encanto, le han metido máquinas pretendiendo sacarla del lugar, pero hasta la fecha aunque con mayor esfuerzo humano, se sigue moviendo", dice Florencio.
Nadie sabe el secreto de la piedra -asegura-, han venido investigadores tanto nacionales como extranjeros a tratar de descifrar el secreto bien guardado por la enorme roca, pero hasta la fecha nadie sabe el por qué la piedra se mueve con el esfuerzo simple de una extremidad humana, y no con la potencia de las grandes máquinas.
Para nuestro entrevistado, ambas leyendas merecen ocupar mayor importancia en la difusión de los atractivos turísticos de Cuitláhuac, como se hace con la tradición de "Los Judas", por ejemplo.
Según cuenta la leyenda, este par en un recorrido católico se quedaron atrás y cuando regresaron a buscarlos sólo encontraron estas piedras, pues un poder sobrenatural los petrificó como castigo por el acto prohibido.
A simple vista, las rocas parecen del mismo material y se encuentran a muy pocos metros de distancia una de la otra. Se dice que la de menor tamaño es el varón, mientras que la mujer en una enorme piedra que pese a su gran magnitud, podía moverse con un solo dedo. Curiosamente en varios intentos por removerla del sitio con la ayuda de maquinaria especial, quienes lo intentaron no lograron hacerla cambiar de su sitio ni un centímetro, dicen las voces populares.
"La que se mueve es una, la que se cree es la mujer, primero se movía con un dedo, hoy hay que impulsarse para hacerlo porque creo que la gente misma le ha quitado el encanto, le han metido máquinas pretendiendo sacarla del lugar, pero hasta la fecha aunque con mayor esfuerzo humano, se sigue moviendo", dice Florencio.
Nadie sabe el secreto de la piedra -asegura-, han venido investigadores tanto nacionales como extranjeros a tratar de descifrar el secreto bien guardado por la enorme roca, pero hasta la fecha nadie sabe el por qué la piedra se mueve con el esfuerzo simple de una extremidad humana, y no con la potencia de las grandes máquinas.
Para nuestro entrevistado, ambas leyendas merecen ocupar mayor importancia en la difusión de los atractivos turísticos de Cuitláhuac, como se hace con la tradición de "Los Judas", por ejemplo.
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